Todos los fines de semana por la mañana bien temprano, sea sábado o domingo, me toca el timbre un grupo religioso diciéndome que tienen un mensaje importante de Dios para transmitirme. Con mucha amabilidad, les digo que no estoy interesado.
Y cada vez que vienen me preguntó quién les abrirá la puerta, porque para seguir haciendo esto mismo semana tras semana, mes tras mes y año tras año, tiene que existir alguien que les diga ah sí claro, los estaba esperando, pasen por favor…
No es que este caso en particular me resulte grave ni que pretenda que esta comunidad tenga técnicas de marketing y ventas más sofisticadas. No espero que cuenten con una plataforma robusta de marketing automation o de email marketing para detectar cuáles son los prospectos o potenciales clientes.
Lo explico a modo de ejemplo ya que al día de hoy continúo viendo muchas empresas que, más o menos, siguen haciendo lo mismo que este grupo religioso.
Siguen actuando de forma similar, como si tuviesen los ojos vendados y dispararan para todas partes, rezando que alguna de sus balas dé en el blanco.
De alguna manera, las estrategias que generan en las redes sociales se asemejan a lo que hace cada fin de semana este grupo religioso: ir casa por casa viendo quién está interesado en lo que ofrecen.
Conclusión: tratan a todo el mundo igual, transmitiendo exactamente el mismo mensaje genérico.
De esta manera, por cada una persona interesada, tienen 200 cansadas y hartas. Claramente la ecuación no sirve ni cierra.
Ojo, muchos pueden estar pensando que esto no les pasa, pero es probable que les esté ocurriendo y que ni siquiera se estén dando cuenta. Pueden estar trabajando duro para atraer nuevos seguidores o para dar con aquellos que hayan demostrado algún interés en sus productos o servicios, pero quizás los estén tratando a todos de la misma manera, sin poder captar las verdaderas necesidades de cada persona.
¿Cómo hacemos entonces para aprovechar las redes sociales y llegar con el mensaje oportuno, para la persona indicada en el momento justo?
Quizás sepamos cómo hacerlo a la hora de generar nuestras campañas de email marketing. Ahí sí sabemos realmente cómo segmentar nuestra base de datos, sí tenemos más noción de los intereses y comportamientos de cada usuario y sabemos cómo aprovecharlos.
¿Pero en las redes sociales? ¿Cómo podemos llegarle a cada persona de manera individual?
Algunos podrán estar pensando que lo podemos hacer a través de medios pagos, pero generalmente recurrimos a los mismos cuando queremos lanzar alguna pienza de contenido concreta y clave: un nuevo ebook o un webinar.
No los utilizamos para promocionar un nuevo post, alguna infografía o para contar novedades o actualizaciones.
¿Qué hacemos entonces?
En lugar de rociarle nuestros contenidos a todo el mundo esperando dar en el blanco, lo que podemos hacer es encontrar grupos y comunidades bien de nicho.
Podemos buscar y filtrar por temas e intereses, de esta manera nuestras publicaciones llegarán a las personas que realmente estén interesadas.
Entonces, si semanalmente escribimos contenidos acerca de las mejores técnicas de Email Marketing, lo mejor será encontrar aquellos grupos o aquellas comunidades que tengan como temática principal dicha cuestión, donde se debata y se converse de esto mismo.
Muchas son sus ventajas. Por ejemplo, la escala de los mismos es más pequeña, lo que significa que nuestras publicaciones se mantendrán visibles durante más tiempo, en lugar de desaparecer a los pocos segundos.
Así lograremos mayor alcance y sabremos que más gente vio lo que publicamos.
Además, tendremos más chances de conocer personas que hablen nuestro mismo idioma y que les interesen los mismos temas, generando relaciones a largo plazo.
Ojo, no debemos confundir a estos grupos con un simple canal de comunicación. La idea no es formar parte de los mismos para publicar nuestro último comunicado de prensa o newsletter. Si hacemos esto terminaremos solos, vagando por el desierto sin nadie que nos preste atención.
Tampoco debemos asumir que porque formamos parte de una gran empresa la gente estará realmente pendiente e interesada de lo que tenemos para decir. Aquí no importa cuántos miles de seguidores tenemos en nuestra Fun Page de Facebook.
En cada nuevo grupo o comunidad comenzamos de cero. No podemos exigir ni atención ni respeto.
Por último, tenemos que saber que en la mayoría de estos grupos, sino todos, las personas entrar por medio de su perfil personal. No pueden unirse en nombre de la marca o empresa que representan.
Esto hay que tenerlo muy en cuenta, porque si hacemos algo que no gusta estaremos cayendo mal nosotros mismos. Con nombre y apellido. Nadie dirá uhhh qué mal esta empresa…
Para resumir, tenemos que tener en cuenta los siguientes tips:
- Encontrar aquellos grupos y comunidades de nicho donde nuestros contenidos agreguen valor para llegar a un mayor número de personas y comenzar a generar conversaciones y relaciones con cada miembro de manera individual.
- No publicar contenidos como agendas, newsletters u ofertas especiales. O por lo menos no publicar sólo eso.
- Generar contenido que incentive el debate y el intercambio de opiniones.
- Escuchar mucho. De esta manera podremos descubrir las necesidades y retos de cada persona.
- Participar activamente. Así iremos ganando la confianza y fidelidad de cada miembro y nos sentiremos parte de la pandilla, compartiendo los mismos códigos y hablando el mismo idioma.
Si al día de hoy continúas publicando contenido solo en tus redes sociales, sin tener en cuenta los gustos personales de cada miembro, es hora de dar un paso más y aprovechar al máximo las bondades y ventajas de pertenecer a grupos o comunidades más de nicho, donde se traten temas bien específicos.
De esta manera, lograrás mayor alcance, interés e impacto con cada uno de tus contenidos, sin tener que recurrir a la cartera.