Uno de los errores más comunes que continúan realizando hoy en día la mayoría de las empresas es planificar su Estrategia de Marketing en base a sus tiempos y necesidades.
Cada una de sus actividades y campañas, ya sea envío de newsletters, de anuncios, lanzamientos de nuevos productos, las piensan de la empresa para afuera, como su lo único importante fuese lo que tienen para comunicar.
Pero… ¿Qué pasa, cuál es el problema de esto?
El hecho de que planifiquen sus estrategias de esta manera trae como consecuencia que no tengan en cuenta lo que realmente les interesa a sus clientes y prospectos.
Esto se resumen en una absoluta desconexión entre el timing de la marca y el timing del usuario.
Pero ojo, la solución no es dejar de publicar novedades, promociones o cualquier tipo de información, sino tener en cuenta qué es lo realmente atractivo para cada usuario.
Y para esto, lo mejor es enfocarse y concentrarse en el ciclo de compra del cliente.
¿Qué es el ciclo de compra del cliente?
Es el camino que atraviesa cada persona desde el momento en el que se le cruza por la cabeza adquirir algún producto o servicio hasta el momento en el que lo compra.
Teniendo en cuenta cada una de estas etapas, es fundamental repensar nuevamente la Estrategia de Marketing, y hacerlo a partir de los tiempos de los usuarios.
Porque no es lo mismo encontrarse en la etapa de consideración que en la de evaluación. Podríamos llegar a imaginar que en la primera el usuario está pensando en adquirir algún producto, mientras que en la segunda ya se decidió y está evaluando cuál es la mejor opción.
De esta manera, el hecho de identificar en qué etapa se encuentra cada uno nos permitirá determinar cuáles son los mejores contenidos, los que más se ajusten a cada una de las necesidades.
Esto significa comprender el poder que tienen los usuarios hoy en día. Porque no estamos hablando del cliente ingenuo de antaño que se creía todo lo que la publicidad les decía.
Hoy cada persona, antes de adquirir cualquier producto, indaga, investiga, pregunta, comenta, comparte. Y no lo hace precisamente en el website de las marcas, sino en sitios de reviews, en blogs y en las redes sociales.
Por eso, si logramos satisfacer sus necesidades sabiendo en qué etapa se encuentran y entregándoles contenidos que les resuelvan problemas, les quiten dudas y les agreguen valor, vamos a tener relaciones mucho más positivas con cada uno.
Así tendremos muchísimas más oportunidades de conectar con cada persona, de tú a tú, de manera íntima, guiándolos de forma exitosa a que nos elijan y nos compren.
¿Y cuál es la ventaja de esto, además de vender más?
Que ese cliente satisfecho, además de saltar cada una de las etapas y comprarnos directamente, se convertirá en un vendedor más, ya que nos recomendará positivamente.
Precisamente de eso se trata el Marketing de futuro.