¿Qué pasa cuando las campañas de marketing en Facebook no arrojan los resultados ni los valores deseados? ¿De quién es la culpa? ¿De los marketeros? ¿De la plataforma? ¿De ambos?

El problema es de ambos.

Por un lado, muchas veces pasa que existen marketeros que están más concentrados en la creatividad de sus campañas que en su público objetivo; podrán tener más likes, pero en general muy poco retorno de la inversón.

Por el otro, poner más énfasis en la plataforma tiende a que los anuncios publicados sean menos atractivos. Como consecuencia, los clientes se distancian de la marca, perdiendo así el interés.

Por eso, teniendo en cuenta este particular problema, ¿cuál sería la solución correcta?

Una reciente encuesta de investigación de Forrester se basó en una única pregunta:

¿Qué tan satisfecho está usted con el valor de negocio que su empresa ha logrado mediante el uso de los siguientes canales de marketing?

Siendo 1 «muy insatisfecho” y 5 «muy satisfecho», los resultados en general arrojaron datos medios, con algunas excepciones.

Lo más importante a destacar es que, para sorpresa de muchos, Facebook terminó en la parte inferior.

¿Por qué está pasando esto y qué se puede hacer al respecto?

Primero y principal, tenemos que decir que Facebook no conduce ni genera el compromiso que todos pretendemos.

Más allá de que las personas le puedan dar «Me gusta» a las distintas páginas de las marcas, dicha plataforma sólo le muestra los mensajes al 16% de los fans.

Esto termina ocasionando una enorme cantidad de oportunidades perdidas.

Además, suele utilizar muy poco el almacén de datos sociales que tiene. No orienta los anuncios adecuados para el público correcto. Por eso los marketeros reciben poco retorno de la inversión de sus publicaciones.

Ojo, esto no significa que Facebook tenga toda la culpa.

Recordemos que un principio, este sitio fue construido para facilitar la interacción y comunicación de sus usuarios, no como base para la publicidad de las empresas.

¿Qué pasó? A partir del éxito rotundo, se vio obligado a modificar su esencia y su enfoque.

Ahora mismo se encuentra en un delicado equilibrio entre red social y red de publicidad, haciendo malabares para satisfacer las necesidades y exigencias de todos, la de sus usuarios y la de quienes lo utilizan como portal de pauta.

Lo mismo pasó cuando salió Google Adwords. La gente pensó que sólo era cuestión de poner dinero y esperar sentada a que le toquen la puerta los clientes ávidos por comprar y gastar su dinero.

Pero no, eso ya no pasa. Las cosas han cambiado significativamente.

La cuestión no pasa solamente por enviar mensajes y esperar que la audiencia los lea.

La estrategia pasa por empezar a comunicarse con los clientes y usuarios de manera personal, a dialogar, discutir, responder preguntar, resolver problemas, intercambiar pensamientos, involucrarse.

¿Por qué? Porque hay una gran desconexión entre el anuncio que se publica, el público al que se dirige y la consecuente landing page.

Ojo, la solución no es suspender, tirar todo por la borda y abandonar Facebook.

La idea es aprovecharlo al máximo y darle una vuelta de rosca a los anuncios que pensamos.

Estas son algunas acciones claves que podemos empezar a llevar adelante para ver qué resultado nos dan y así compararlos con los que tenemos en este momento:

 

Realizar actualizaciones de estado de manera permanente

 

Esto no significa reinventar todo y arrancar de cero cada vez que generes y subas contenido, significa dialogar con los usuarios. Si piensas que nadie te está escuchando, una simple pregunta puede motivar a la audiencia y encender un debate.

Una actualización de estado genera mucha más interacción que un enlace.

 

Buscar siempre los espacios para mejorar

 

Me refiero a saber si lo que estamos haciendo está bien. Son pocas las empresas que miden el impacto de sus campañas en los medios de comunicación; sólo saben que no tienen el retorno esperado. Nada más.

Por eso, para saber si estás llegando al público deseado existen herramientas como SproutSocial que te ayudarán a medir tus campañas y a saber dónde estás parado.

 

Saber qué agrega valor

 

Hay que saber perfectamente qué es lo que agrega valor.

Por ejemplo, un listado de características y beneficios no lo hace, no agrega valor. Contrariamente, sí lo hace el hecho de enumerar los beneficios, ventajas y resultados que los usuarios obtendrán en el caso de utilizar los productos o servicios de las marcas.

 

Conocer muy bien al público

 

Es fundamental saber qué es lo que le gusta a tu audiencia, saber qué le interesa. Puedes generar encuestas para hacer sondeos, ver qué contenido es el más comentado y compartido.

En fin, no publicar por publicar, sino hacerlo pensando en las necesidades de la gente y teniendo muy en cuenta cuál es el objetivo de cada pieza de contenido y qué quieres lograr con cada una.

Si ya estás realizando este tipo de acciones y aún no percibiste los resultados que esperabas, no te desanimes. Para que tengas en cuenta, incluso las mejores marcas tienen un nivel promedio de 0.5% de compromiso por parte del público.

Es probable que al principio no haya respuestas, no haya ruido, sólo un silencio ensordecedor. No te desesperes, ten paciencia: con el tiempo, si continúas haciendo lo correcto comenzarás a tener respuestas. Los usuarios responderán de manera activa; lo harán a través de ideas, comentarios, sugerencias y discusiones.

Y es ahí donde verás que tus esfuerzos de marketing en esta plataforma tan increíble como Facebook darán los frutos que tanto esperabas.