Promocionar de manera eficiente nuestro contenido no termina simplemente con mandar las publicaciones vía Twitter.
Si queremos lograr una excelente exposición de nuestra marca, una buena manera de conseguirlo es a través del envío de correos electrónicos.
¿Pero qué pasa? Ésta no es una tarea sencilla.
El correo electrónico tiene sus ventajas y sus desventajas.
Por una parte, sigue siendo el medio más efectivo a la hora de querer transmitir un mensaje; es el más directo y el más personal.
Por el otro, son tantos los correos que recibimos por día que nos hemos vueltos más sensibles al respecto y muchas veces nos sentimos invadidos, más cuando no conocemos a la persona que nos está escribiendo.
De alguna manera me hace acordar al arcaico y denostado telemarketing. Recuerdo cuando sonaba el teléfono en mi casa y una mujer con voz amable me daba la sensacional noticia de que con los últimos números de mi tarjeta de crédito (no tenía) había participado de un sorteo y me había ganado un tiempo compartido.
Mentira garrafal.
Teniendo en cuenta que cada día recibimos más y más correos no deseados, ¿cómo podemos lograr una buena difusión sin molestar a nadie y construir así una relación fructífera con nuestros destinatarios?
Existe una manera y consiste en tres pasos claves.
Les presento a las tres P: personalizar, posicionar y persuadir.
Siguiendo esta táctica vamos a ver que podemos mandar correos electrónicos que no sean eliminados. Es más, vamos a encontrarnos con la grata sorpresa de que la gente nos responderá.
Antes de comenzar, me gustaría recordarles algo importante: traten de escribir correos cortos, prácticos y asertivos.
Tengan en cuenta que la mayoría de la gente no tiene tiempo (o no quiere tenerlo) para leer correos largos. Por eso, sean lo más breves posibles.
PERSONALIZAR
Cuántas veces nos pasa que recibimos correos de personas que no tienen ni la más mínima idea de quiénes somos; que ni siquiera se tomaron el tiempo de saber a qué nos dedicamos, cuál es nuestro puesto, qué nos gusta, qué no.
Y sin embargo, para colmo, nos escriben pidiéndonos favores.
Por lo general, esos correos se eliminan automáticamente.
Para que eso no les pase, indaguen, averigüen con quién están tratando, a qué se dedica y qué puesto tiene. Chequen qué le gusta, de esa manera tendrán puntos de contacto que los acerque y que sea el comienzo del vínculo que están buscando.
Si esa persona escribió algo tienen que saberlo y hacerle algún comentario (positivo por favor) al respecto.
Tómense el tiempo de redactar mensajes personalizados y así obtendrán muchísimos mejores resultados.
POSICIONAR
¿Qué tiene que ver su correo electrónico con la actividad que hacen sus destinatarios? ¿Cuál es su afinidad con lo que ellos hacen?
Si se acaban de conectar con alguien, asegúrense de agregar cuál es la afinidad que tienen en la introducción del correo.
Posicionar significa entender para quién es su producto, qué valor ofrece y cómo se diferencia de los demás.
Todo aquél que tiene un website lo tiene por una razón, y cada uno tiene una intención.
Por ejemplo, los bloggers de tecnología están tratando de construir su audiencia para generar tráfico y así obtener ingresos de publicidad.
A su vez, los bloggers de Content Marketing tratan a su manera de posicionarse como líderes y formadores de opinión, para que su público los tome como personajes de renombre en el rubro y de esta manera terminen contratando sus servicios para llevar adelante una exitosa estrategia de contenidos.
Por último, deben saber cuál es el objetivo de su correo electrónico, con qué fin lo escriben, para posicionarlo y complementarlo con contenido relevante que le agregue valor.
PERSUADIR
No resulta recomendable enviar una liga o una solicitud en el primer correo que le mandan a un perfecto desconocido.
Mucho menos estar pidiendo. Pero bueno, si lo hacen, sean lo más convincente posible.
Existe una regla de oro a la hora de persuadir y es que nunca, pero nunca jamás deben mendigar.
Tengan en cuenta que nadie se preocupa por ustedes; sólo se preocupan por sus necesidades, por resolver sus problemas.
Deben demostrar interés en tratar de resolver estas necesidades y que los tomen como una verdadera oportunidad.
Por eso, a la hora de persuadir deben poner en práctica todo su encanto para llegar a las personas de la mejor manera posible.
Pueden hacerlo utilizando estos seis principios: prueba social, autoridad, gusto, reciprocidad, consistencia y escasez
Utilizando uno de estos ganchos podrán generar vínculos más estrechos con los contactos.
Poniendo en práctica estas tres P a la hora de pensar en cómo redactar correos electrónicos exitosos tendrán resultados positivos e inmediatos.
Así, sus correos no terminarán convirtiéndose en spam. Hagan la prueba.